Cuando el equipo de Rutas Filipinas aterrizó en Manila ahí por el año 2015, se encontró con una sensación nunca experimentada antes en el resto de países de Asia.
Nunca habíamos dado con una sociedad tan agradable y amable, alegre y feliz y orgullosa de ellos mismos. Una cultura inspiradora y a la que reflejarse desde nuestra llegada. Filipinas tiene unos paisajes increíblemente bonitos: cascadas, playas, montañas, ríos... los cuales aún no nos hemos cansado de explorar. Pero lo que realmente hizo que nos enamoráramos, fue su gente.